Desde la independencia de la República, en 1821, liderada por José de San Martín y Simón Bolívar, el movimiento ciudadano, ha tratado de construir una Nación que nos represente a todos. No obstante, la oligarquía peruana, en defensa de sus intereses mezquinos, ha frustrado este objetivo político.
Por eso, nuestra vida republicana está marcada por golpes militares e inestabilidad política. La democracia liberal, en su conjunto, se encuentra en crisis. Los últimos levantamientos sociales como el Moqueguazo, Tacnazo o el Baguazo (con decenas de muertos sin cifra exacta), son una expresión contundente de lo anterior.
Pero estas rebeliones populares no son obra de agitadores extranjeros como acusa el régimen sino de las condiciones materiales de pobreza (más del 50%, a pesar de las cifras oficiales), miseria y desempleo (300 mil jóvenes al año), que vive la población peruana.
Sin embargo, la administración García y la derecha, en vez de reconocer su incapacidad para enfrentar esta realidad social (como analiza el conservador Juan Paredes Castro, del diario El Comercio), hacerse un mea culpa por la traición a sus electores cuando prometieron un “cambio responsable” (eliminar services, regresar a la constitución del 79, etc.), y su responsabilidad en los luctuosos sucesos de Bagua, ahora, quieren seguir confrontando y polarizando al país, profundizando las tendencias más dramáticas y explosivas de nuestra historia.
En ese sentido, acusan al Cdte. Ollanta Humala y el Partido Nacionalista Peruano (PNP), de estar detrás de las protestas sociales y de ser parte de una conspiración internacional para derrocar al gobierno aprista, como si las transformaciones sociales, pudieran ser importadas.
Anteriormente, tenían a Ollanta, bajo un proceso judicial sin argumentos jurídicos sólidos (que tuvieron que anular). Después, Alan García, frente a un auditorio empresarial, declaró que, “…él puede impedir que un candidato antisistema gane las futuras elecciones…”, manifestando claramente sus poses bonapartistas, dictatoriales y de manipulación de las instituciones del Estado para impedir la participación democrática del PNP en las lides electorales. Lamentablemente, los mass media, han cerrado filas con “caballo loco”, y acaban de sancionar a 7 parlamentarios por apoyar las protestas populares.
Por estas razones, el blog Ollanta es la Voz, surge como un medio de prensa alternativo, para ofrecer información fidedigna de los movimientos sociales, del liderazgo de Ollanta y de las banderas de lucha que levanta el PNP como el antiimperialismo, la nacionalización de las empresas estratégicas, el socialismo andino-amazónico y el latinoamericanismo militante.
Todo esto con el noble objetivo de conquistar, con combate, mística y pasión-patria, la Gran Transformación por una Gran Nación.
Por eso, nuestra vida republicana está marcada por golpes militares e inestabilidad política. La democracia liberal, en su conjunto, se encuentra en crisis. Los últimos levantamientos sociales como el Moqueguazo, Tacnazo o el Baguazo (con decenas de muertos sin cifra exacta), son una expresión contundente de lo anterior.
Pero estas rebeliones populares no son obra de agitadores extranjeros como acusa el régimen sino de las condiciones materiales de pobreza (más del 50%, a pesar de las cifras oficiales), miseria y desempleo (300 mil jóvenes al año), que vive la población peruana.
Sin embargo, la administración García y la derecha, en vez de reconocer su incapacidad para enfrentar esta realidad social (como analiza el conservador Juan Paredes Castro, del diario El Comercio), hacerse un mea culpa por la traición a sus electores cuando prometieron un “cambio responsable” (eliminar services, regresar a la constitución del 79, etc.), y su responsabilidad en los luctuosos sucesos de Bagua, ahora, quieren seguir confrontando y polarizando al país, profundizando las tendencias más dramáticas y explosivas de nuestra historia.
En ese sentido, acusan al Cdte. Ollanta Humala y el Partido Nacionalista Peruano (PNP), de estar detrás de las protestas sociales y de ser parte de una conspiración internacional para derrocar al gobierno aprista, como si las transformaciones sociales, pudieran ser importadas.
Anteriormente, tenían a Ollanta, bajo un proceso judicial sin argumentos jurídicos sólidos (que tuvieron que anular). Después, Alan García, frente a un auditorio empresarial, declaró que, “…él puede impedir que un candidato antisistema gane las futuras elecciones…”, manifestando claramente sus poses bonapartistas, dictatoriales y de manipulación de las instituciones del Estado para impedir la participación democrática del PNP en las lides electorales. Lamentablemente, los mass media, han cerrado filas con “caballo loco”, y acaban de sancionar a 7 parlamentarios por apoyar las protestas populares.
Por estas razones, el blog Ollanta es la Voz, surge como un medio de prensa alternativo, para ofrecer información fidedigna de los movimientos sociales, del liderazgo de Ollanta y de las banderas de lucha que levanta el PNP como el antiimperialismo, la nacionalización de las empresas estratégicas, el socialismo andino-amazónico y el latinoamericanismo militante.
Todo esto con el noble objetivo de conquistar, con combate, mística y pasión-patria, la Gran Transformación por una Gran Nación.