El reciente cambio de gabinete ministerial, es una respuesta a la profunda crisis política que aperturò el Baguazo. Pero además, expresa, por un lado, la presión de un sector duro de la derecha y la cúpula reaccionaria aprista por copar la dirección política, y por otro, la necesidad de García, de prepararse para la “guerra fría”, de la que tanto ha hablado. Es decir, prepararse para la supuesta conspiración “chavo-evista que está organizando un golpe de masas para septiembre”. Todo con el objetivo de recomponer el debilitado régimen político, para luego imponer, a sangre y fuego, el reaccionario modelo neoliberal-capitalista, que con la lucha amazónica terminó temporalmente derrotado.
Y en efecto, acaba de nombrar como premier a Javier Velásquez Quesquén (otorongo con antecedentes de corrupción y que fue parte de las mecidas a los amazónicos), como Ministro de Justicia a Aurelio Pastor (búfalo, confrontacional y oportunista), como Ministro de Defensa a Rafael Rey (vocero del Opus Dei) , como Ministro del Interior a Octavio Salazar (corrupto y represor), como ministro de Agricultura a Adolfo de Córdova (vinculado al grupo Gloria), y como Ministro de Comercio Exterior y Turismo a Martín Pérez (agente de la familia Romero).
“…El carácter del nuevo Consejo de Ministros puede ser definido en pocas palabras: es el gobierno de los ricos, por los búfalos, para los ricos. Continúa y acentúa la línea antipopular, antinacional y represiva de los anteriores gabinetes…”, escribió el destacado periodista de izquierda, César Lévano (13-07-09).
Y esto es verdad. Como dijimos anteriormente, el nuevo gabinete está compuesto por personajes que solo resaltan por su canibalismo político y su pleitesía al imperio del norte. Son parte del grupo de choque del APRA. Son un gabinete de carácter preventivo frente a la crisis económica (que generó hasta ahora 250 mil despidos), y la perspectiva explosiva que se avecina (Cocaleros, luchas campesinas, La Oroya, trasportistas, obreros mineros, etc.).
“…este tercer gabinete viene a poner orden social, pues el conflicto ideológico sudamericano es mayor y la agitación crece perturbando a los hogares…”, dijo García, durante la juramentación del nuevo gabinete ministerial.
De esta manera, ahora, García, está reordenando sus fuerzas y saliendo a la ofensiva, planteando psicosociales como la interferencia extranjera, el “fracaso del Paro del 8 de julio”, y el cucu del “terrorismo en el movimiento popular” (están dividiendo AIDESEP, piden la detención de algunos dirigentes amazónicos).
-“…Bien "Clint Eastwood" este último gabinete, con los "halcones" Rafael Rey en Defensa, Octavio Salazar en Interior y Aurelio Pastor en Justicia. O sea, dos duros al frente de las fuerzas del orden y otro para procesos legales. Y habría que sumar allí la presencia del también "halcón" ministro Chang, que debilitó mucho al otrora todopoderoso SUTEP… Me parece bien que se determine imponer el orden, pero siempre con inteligencia para no caer en la trampa de agudizar contradicciones, tal como quieren los radicales… No son más que unos 50 dirigentes a los que metes presos (prácticamente todos tienen procesos penales por delitos serios) y se acaba tanta agitación en provincias…”, redactó el ultraderechista Aldo M (diario Correo 13-07-09).
No obstante, el régimen todavía sigue golpeado. El intento de recuperase le costará mucho después de la derrota temporal del Baguazo. Las intentonas bonapartistas de García han sido frenadas por ahora, debido al Baguazo, que terminó con la muerte de 24 policías, pero éste no renuncia a querer imponer el “orden burgués” (con militares en las calles como hizo el 8-J y ahora con el nuevo gabinete bufalesco). Está tan golpeado que la propia derecha no está participando en este nuevo gabinete, por temor a verse salpicada por la crisis del régimen político.
El Paro Nacional del 7, 8 y 9 de Julio, fue contundente, a nivel nacional, demostrando que la correlación de fuerzas sigue a favor del pueblo, aunque débil en Lima y el norte, con unos cuantos miles (por diversos factores psicosociales –ejército, Abencia Meza-, etc.).
Por tanto, los nacionalistas y la izquierda deben estar a la altura de las circunstancias. Es necesario consolidar la unidad estratégica para vencer. Y esta pasa porque organicemos la lucha contra el reaccionario gobierno aprista que está decidido a criminalizar a nuestros hermanos amazónicos y a los dirigentes nacionalistas (ya suspendieron a 7 parlamentarios), y de izquierda.
Las masas, han sacado lecciones inspiradoras de unidad, moral y combate amazónico. Y por eso han salido a luchar los campesinos andinos, trabajadores transportistas, etc. Son los mismos que en la Cumbre Indígena de Puno, presionaron por el apoyo decidido a Pizango y AIDESEP, que han impulsado el Frente Nacional por la Vida y la Soberanía (FNVS), y que le demandan a la CGTP un Paro Nacional para frenar los despidos (que bordean los 250 mil), la criminalización de la protesta social y conquistar un aumento general de salarios y pensiones.
La perspectiva sigue siendo explosiva.