lunes, 26 de octubre de 2009
jueves, 15 de octubre de 2009
El retorno de Zelaya
Por César Zelada
A Tegucigalpa es una victoria histórica de la resistencia organizada de los trabajadores. “…Más allá de las limitaciones de Zelaya, para las masas, éste es el único líder que se enfrenta a la derecha para que el pueblo pueda dar su opinión sobre la vida política en el país a través de la consulta popular…El golpe, en vez de aplastar a las masas, puede convertirse en su contrario…”, dijimos en una columna anterior (30-06-09). Y el desarrollo de los acontecimientos nos ha dado la razón.
¡Sí se pudo! Es la arenga estelar de los corazones rojos de obreros, campesinos y estudiantes hondureños al ver a Zelaya refugiado en la embajada de Brasil. Decenas de miles están concentrados en la embajada para evitar la represión y captura de Mel Zelaya (lo cual planteará denuevo el tema del Golpe en la agenda internacional).
Al principio, el golpista Micheletti, dijo que era mentira que Mel esté en Tegucigalpa. Pero cuando los mass media pasaron la imagen de Zelaya refugiado en la embajada de Brasil, la piel se le puso de gallina. Y después de una reunión de 5 horas con sus aliados golpistas, decretó el toque de queda, cerró aeropuertos, cortó las comunicaciones, etc. para evitar una movilización de masas que produzca su derrocamiento. De este modo, Micheletti, está pensando como un hombre al borde del abismo.
No obstante, la dictadura derechista neoliberal, todavía controla el aparato estatal (ejercito formado por USA), y tiene capacidad de respuesta. De hecho, los golpistas, acaban de enviar a cientos de policías a reprimir las manifestaciones de apoyo a Zelaya con el objetivo de capturarlo (hay decenas de heridos y se habla de dos muertos). Pero el Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe de Estado (FNRGE), ha convocado, a una marcha nacional sobre Tegucigalpa. “…Les invitamos a que realicen manifestaciones de repudio a los golpistas y apoyo al retorno de Mel en sus comunidades, aldeas, pueblos, barrios y colonias, cerca en lo posible de sus casas, para evitar ser reprimidos y apresados… A toda a resistencia se les convoca a una manifestación pacífica mañana miércoles 23 a las 8.00 a.m. frente a la Universidad Pedagógica Fco Morazán…”, dice el FNRGE (http://contraelgolpedeestadohn.blogspot.com/).
Por otro lado, Micheletti, declaró, “Le digo públicamente al presidente Lula da Silva: nosotros vamos a respetar su sede porque esa es tierra del Brasil y la vamos a respetar, siempre y cuando ellos contesten a nuestras peticiones…instó a los representantes de la Sociedad Civil una demostración pública para que “sienta el mundo entero que la mayor parte del os hondureños queremos vivir en paz, democracia, que queremos ir el 29 de noviembre a ejercer el sufragio, sin temor”, (diario La Tribuna, 22-09-09).
Esta situación permite avizorar una perspectiva de gran confrontación social y explosividad a niveles inimaginables (insurrecciones, conatos de guerra civil, etc.). “Los últimos serán los primeros”, dijo Jesús. Y dialécticamente esto puede ser comprendido como la Ley de los saltos de la cantidad a la calidad.
Esto es justamente lo que está sucediendo en la tierra de Francisco Morazán, que estaba a la retaguardia de todo el proceso revolucionario continental, y ahora, por el “accidente” de golpe contra Zelaya, pasa a la vanguardia planteando la lucha por el socialismo (leer: http://www.bloquepopularjuvenil.org/).
Temiendo esta perspectiva, Hilary Clinton acaba de declarar que, “…Ahora que el presidente Zelaya volvió, sería oportuno devolverle su puesto y seguir adelante con las elecciones previstas para noviembre, tener una transición pacífica de presidentes y devolver a Honduras el orden democrático y constitucional…”.
El imperio del Norte tratará de imponer el chaleco de fuerza del Acuerdo de San José (que plantea la reconciliación con los golpistas y la anulación de la asamblea constituyente). Pero no está claro que las masas acepten esto. Más aún cuando producto de la presión social, Zelaya, ahora, viene agitando la histórica consigna que caracterizó a Fidel Castro y la revolución cubana, que luego Chávez convertiría en “Patria, socialismo o muerte”, y que Zelaya modifica diciendo, ¡Patria, restitución o muerte! Nosotros debemos agregarle: ¡Venceremos!
¡Abajo la dictadura capitalista de Micheletti!
¡Larga vida a la lucha democrática de nuestro pueblo hondureño!
22/09/09
A Tegucigalpa es una victoria histórica de la resistencia organizada de los trabajadores. “…Más allá de las limitaciones de Zelaya, para las masas, éste es el único líder que se enfrenta a la derecha para que el pueblo pueda dar su opinión sobre la vida política en el país a través de la consulta popular…El golpe, en vez de aplastar a las masas, puede convertirse en su contrario…”, dijimos en una columna anterior (30-06-09). Y el desarrollo de los acontecimientos nos ha dado la razón.
¡Sí se pudo! Es la arenga estelar de los corazones rojos de obreros, campesinos y estudiantes hondureños al ver a Zelaya refugiado en la embajada de Brasil. Decenas de miles están concentrados en la embajada para evitar la represión y captura de Mel Zelaya (lo cual planteará denuevo el tema del Golpe en la agenda internacional).
Al principio, el golpista Micheletti, dijo que era mentira que Mel esté en Tegucigalpa. Pero cuando los mass media pasaron la imagen de Zelaya refugiado en la embajada de Brasil, la piel se le puso de gallina. Y después de una reunión de 5 horas con sus aliados golpistas, decretó el toque de queda, cerró aeropuertos, cortó las comunicaciones, etc. para evitar una movilización de masas que produzca su derrocamiento. De este modo, Micheletti, está pensando como un hombre al borde del abismo.
No obstante, la dictadura derechista neoliberal, todavía controla el aparato estatal (ejercito formado por USA), y tiene capacidad de respuesta. De hecho, los golpistas, acaban de enviar a cientos de policías a reprimir las manifestaciones de apoyo a Zelaya con el objetivo de capturarlo (hay decenas de heridos y se habla de dos muertos). Pero el Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe de Estado (FNRGE), ha convocado, a una marcha nacional sobre Tegucigalpa. “…Les invitamos a que realicen manifestaciones de repudio a los golpistas y apoyo al retorno de Mel en sus comunidades, aldeas, pueblos, barrios y colonias, cerca en lo posible de sus casas, para evitar ser reprimidos y apresados… A toda a resistencia se les convoca a una manifestación pacífica mañana miércoles 23 a las 8.00 a.m. frente a la Universidad Pedagógica Fco Morazán…”, dice el FNRGE (http://contraelgolpedeestadohn.blogspot.com/).
Por otro lado, Micheletti, declaró, “Le digo públicamente al presidente Lula da Silva: nosotros vamos a respetar su sede porque esa es tierra del Brasil y la vamos a respetar, siempre y cuando ellos contesten a nuestras peticiones…instó a los representantes de la Sociedad Civil una demostración pública para que “sienta el mundo entero que la mayor parte del os hondureños queremos vivir en paz, democracia, que queremos ir el 29 de noviembre a ejercer el sufragio, sin temor”, (diario La Tribuna, 22-09-09).
Esta situación permite avizorar una perspectiva de gran confrontación social y explosividad a niveles inimaginables (insurrecciones, conatos de guerra civil, etc.). “Los últimos serán los primeros”, dijo Jesús. Y dialécticamente esto puede ser comprendido como la Ley de los saltos de la cantidad a la calidad.
Esto es justamente lo que está sucediendo en la tierra de Francisco Morazán, que estaba a la retaguardia de todo el proceso revolucionario continental, y ahora, por el “accidente” de golpe contra Zelaya, pasa a la vanguardia planteando la lucha por el socialismo (leer: http://www.bloquepopularjuvenil.org/).
Temiendo esta perspectiva, Hilary Clinton acaba de declarar que, “…Ahora que el presidente Zelaya volvió, sería oportuno devolverle su puesto y seguir adelante con las elecciones previstas para noviembre, tener una transición pacífica de presidentes y devolver a Honduras el orden democrático y constitucional…”.
El imperio del Norte tratará de imponer el chaleco de fuerza del Acuerdo de San José (que plantea la reconciliación con los golpistas y la anulación de la asamblea constituyente). Pero no está claro que las masas acepten esto. Más aún cuando producto de la presión social, Zelaya, ahora, viene agitando la histórica consigna que caracterizó a Fidel Castro y la revolución cubana, que luego Chávez convertiría en “Patria, socialismo o muerte”, y que Zelaya modifica diciendo, ¡Patria, restitución o muerte! Nosotros debemos agregarle: ¡Venceremos!
¡Abajo la dictadura capitalista de Micheletti!
¡Larga vida a la lucha democrática de nuestro pueblo hondureño!
22/09/09
Ollanta y los radicales
Bueno con esto de que Ollanta se está juntando con los radicales. Y que “El Comercio” sea capaz de titular en primera página que la salida de Mekler es algo así como una ruptura del nacionalismo a consecuencia de la radicalidad, y que este suceso es poco menos que una desgracia nacional.
El problema es que esto no calza con la impresionante campaña que se hizo en el 2006 sobre que Ollanta era el radical de los radicales, el chavista, el comunista en uniforme de soldado, el caballo de Troya del estatismo, el populismo y demás plagas de Egipto.
Y hace poco nomás, y pensando en las siguientes elecciones, el presidente García afirmó que lo que ocurriría aquí iba a ser una nueva “guerra fría”, para evitar que el antisistema de la vez anterior pudiese levantar cabeza y poner en riesgo todos esos logros gigantescos que nos han colocado al borde del primer mundo y que son siempre celebrados en el local de la Confiep, entre banqueros, mineros y funcionarios de empresas trasnacionales.
O sea que no se entiende en qué exactamente consiste el “giro” de Humala. Salvo que “El Comercio”, “Correo” u otros, estuvieran esperando que las alianzas del comandante fueran hacia los radicales de derecha, entre ellos los partidos que hace algunos años lograron olvidar todas sus diferencias, para unirse en santa cruzada contra el enemigo principal de la democracia y la modernidad, que era el propio Humala.
¿O no es verdad que el frente “todos contra Ollanta”, cabían Alan García (oficialmente el peor presidente de nuestra historia), Fujimori (el gobernante más corrupto y autoritario), Lourdes Flores (la candidata de los ricos) y otros partidos menores, todos transformados en salvadores del sistema y que tamaña coalición sigue vigente?
Entonces ¿dónde puede estar el problema en que una candidatura que tiene su base en otros sectores de la sociedad que no se identifican con el modelo económico y la conducción del poder, busque aliados en este campo?, ¿en qué galaxia circulaba Mekler que recién se dio cuenta que el partido nacionalista coordinada con los partidos de izquierda?, ¿nunca se enteró de la existencia de la Coordinadora Político Sindical (CPS) o del Frente de Defensa de la Vida?, ¿cómo se alinearon las fuerzas en el país en relación al conflicto amazónico?, ¿no tiene eso nada que ver con las siguientes elecciones?Lo que es verdad es que Ollanta Humala suscita mucho más odio y temor que los partidos de izquierda, y eso por la sencilla razón de que podría eventualmente ganar el gobierno con una base social totalmente distinta a la que ha venidos sosteniendo el poder en los últimos veinte años, con el agregado de que no genera el nivel de resistencia que normalmente tiene la izquierda entre los militares y que cuenta con influencia en sectores empresariales.
Lo de la izquierda y la radicalidad de sus envejecidos partidos es una anécdota política, que la prensa de derecha ya descubrió que genera confusión en la opinión pública y hace que algunos parlamentarios despistados caigan en la trampa de las aclaraciones. Y otros un poco más avezados inicien el reacomodo, porque ya sabían que estaban perdiendo sitio.
04.10.09
Humala ¿ya fue?
Por Raúl Wienner
Lo que se entiende de los sondeos recientes es que el candidato estrella del 2006, habría pasado a ser uno más del montón, sin riesgos para el sistema, a pesar de recientes discursos de Alan García sobre la guerra contra los antisistema. ¿Será verdad? Hace unos días la encuesta de opinión de Apoyo, nos sorprendió con un dato inexplicable. En la pregunta sobre intención de voto para todos los candidatos actualmente reconocibles, Ollanta Humala figuraba en el tercer lugar con 13%, detrás de Castañeda y Keiko Fujimori. Pero al hacer la misma pregunta sin incluir a Lourdes Flores, se producía un salto de Toledo desde el cuarto al tercer lugar con 17%, y una caída de Humala hasta el 7%. ¿Cómo se pueden perder votos propios por el reparto de los votos de otro participante? ¿Está el encuestador confundiendo sus deseos con las realidades?Es un misterio. Como muchos otros que rodean a los actuales estudios de opinión. Por ejemplo: ¿hasta qué punto se está captando en las encuestas a la gente que por estos días ha estado presente en los mítines del candidato nacionalista en las provincias del interior de Cajamarca y Cusco?, ¿qué resultado obtendrían los otros candidatos de las encuestas, si en este momento empezaran a salir de Lima o de las capitales de departamento, que es donde trabajan los encuestadores? El tema es clave para saber cuál es el estado de ánimo del interior que ha sido el escenario de los mayores conflictos vividos bajo el actual gobierno. La presencia de Ollanta Humala y su propio y discutido grito contra los cabrones, ¿no está acaso indicando que como en el 2006 somos otra vez un país polarizado en el que las cosas se entiende de manera diferente?
Lo que se entiende de los sondeos recientes es que el candidato estrella del 2006, habría pasado a ser uno más del montón, sin riesgos para el sistema, a pesar de recientes discursos de Alan García sobre la guerra contra los antisistema. ¿Será verdad? Hace unos días la encuesta de opinión de Apoyo, nos sorprendió con un dato inexplicable. En la pregunta sobre intención de voto para todos los candidatos actualmente reconocibles, Ollanta Humala figuraba en el tercer lugar con 13%, detrás de Castañeda y Keiko Fujimori. Pero al hacer la misma pregunta sin incluir a Lourdes Flores, se producía un salto de Toledo desde el cuarto al tercer lugar con 17%, y una caída de Humala hasta el 7%. ¿Cómo se pueden perder votos propios por el reparto de los votos de otro participante? ¿Está el encuestador confundiendo sus deseos con las realidades?Es un misterio. Como muchos otros que rodean a los actuales estudios de opinión. Por ejemplo: ¿hasta qué punto se está captando en las encuestas a la gente que por estos días ha estado presente en los mítines del candidato nacionalista en las provincias del interior de Cajamarca y Cusco?, ¿qué resultado obtendrían los otros candidatos de las encuestas, si en este momento empezaran a salir de Lima o de las capitales de departamento, que es donde trabajan los encuestadores? El tema es clave para saber cuál es el estado de ánimo del interior que ha sido el escenario de los mayores conflictos vividos bajo el actual gobierno. La presencia de Ollanta Humala y su propio y discutido grito contra los cabrones, ¿no está acaso indicando que como en el 2006 somos otra vez un país polarizado en el que las cosas se entiende de manera diferente?
Se puede coger el problema desde otro ángulo. En julio, el mismo grupo Apoyo publicó su “encuesta del poder” que se supone recogida en la elite del país (ejecutivos y gerentes de empresas importantes, funcionarios de primer nivel, mundo académico, etc.) y en ella los cinco primeros lugares, en orden descendente, eran ocupados por Alan García, Dionisio Romero, Luis Carranza, Ollanta Humala y Mario Vargas Llosa. Un año antes la lista incluía a Jorge del Castillo, que descendió varias posiciones, y en ella no figuraba el escritor que parecía ajeno a los temas del poder. Ollanta Humala ya estaba en el cuatro lugar, de donde no se ha movido, siendo el personaje político de fuera del gobierno mejor colocado. Algo más, la percepción del poder del comandante, no viene de ninguna simpatía, lo que se corrobora en otra pregunta de la misma encuesta en la que los entrevistados afirman que el poder que más quisieran hacer desaparecer es el de Ollanta, muy por encima de otros personajes digamos “más peligrosos”, como su hermano Antauro o el líder indígena Alberto Pizango.
¿Cuál es la relación entre las provincias ollantistas y el poder que las elites le otorgan, sin ocultar su malestar, al que fuera el candidato susto de la elección anterior? Hay una respuesta para ello. Y esa es que en los dos extremos polares de la política peruana existe una misma inquietud acerca de quién asumirá la representación de esa franja de la población que se ha estado expresando en la cadena de conflictos de los tres últimos años y que sin duda ha sido uno de los factores de poder real, como que ha logrado derogar, modificar y detener leyes, y ha incidido en los cambios de gobierno. Las provincias del sur, la sierra y la selva, fueron claves en la votación de Humala, especialmente en la segunda vuelta. Lo que estamos viendo es que sus adversarios siguen creyéndolo poderoso por tener ese respaldo, lo que ha empezado a conformarse en las primeras movilizaciones.
No debe olvidarse que en el 2005, poco después de su llegada de Seúl, el recién formado Partido Nacionalista se ubicaba entre 5 y 10% de las encuestas, hasta que empezó una sucesión de mítines en provincias que hicieron crecer la bola de nieve. No es posible todavía saber hasta qué punto la historia se repite. Pero lo que si es indiscutible es que las encuestas anticipadas y pre campaña como las que hemos estado viendo, sirven para imponer imágenes que normalmente están muy alejadas del resultado final, pero que sirven para co9nstruir interpretaciones actuales que son parte de la lucha política.
La pregunta que deberá resolverse en los meses siguientes es si vamos en camino a reeditar un escenario polarizado política, social y territorialmente como el que vimos en la elección anterior. Y si es así, habrá que apostar para saber quién estará finalmente al frente de cada uno de los polos.27.09.09
Congrezoo
Por Raúl Wienner
En el Congreso de 1992 no había comepollos, lavapíes, mataperros, contrata domésticas, contrata chibolas, robaluz, etc. Sin embargo cuando Fujimori pronunció sus inolvidables palabras “disolver, disolver…”, hubo un abrumador apoyo a la decisión de cerrar la supuesta casa de las leyes y un aplauso a los anuncios presidenciales que los próximos inquilinos de la Plaza Bolívar ganarían un sueldo mínimo y no serían reelegibles.
Esto, por cierto, quería decir que el presidente había logrado convertir la crisis de la política, que era esencialmente una crisis de gobierno, en una de los políticos con representació n nacional y departamental que andaban peleándose entre ellos y de vez en cuando intentaban algún tímido gesto de control hacia el Ejecutivo. Fujimori acusó al Congreso de obstruccionista e inútil, y propuso una fórmula que para evitar la “obstrucción” (control), aumentaba la inutilidad.
Un Congreso que puede ser sustituido como legislador (decretos leyes, decretos de urgencia y otras leyes del Ejecutivo); que no fiscaliza (fiscales y jueces archivan sus denuncias); no representa (la población no tiene mecanismos para fiscalizar a sus parlamentarios) ; no debate (los tiempos de intervención son mínimos); ¿para qué puede servir si no es como espacio para el reparto de los últimos mendrugos del poder, que es lo que hace que los partidos se peleen ubicaciones como premio consuelo, y todo arribista con dinero e influencias se sienta con derecho a su curul?
Si entre las pocas cosas que verdaderamente puede decidir el Congreso está determinar el sueldo de sus propios miembros, lo que está tendido es la trampa para que congresistas improductivos se peleen con el pueblo. Es lo que hizo el sátrapa de los 90, al picar en el asunto de las remuneraciones de los disueltos, y hacerse el loco con las gollerías de sus reemplazantes, que luego fueron ametralladas por la prensa. Y lo repitió el actual gobernante que también exigió rebaja de sueldos y luego dejó que siguieran subiendo con pretextos y disfraces, hasta que algún medio terminaba destapándolos para aumentar la vergüenza.
El Congreso que hoy existe es hijo de la despolitizació n y el pragmatismo fujimorista, a la que se han adaptado los partidos, que juegan con sus reglas: mayorías de componenda, tránsfugas, capitulaciones ante el poder central, pequeñas trapacerías, otoronguismo, etc. Esto no se va a componer con títulos universitarios o certificados de antecedentes, si es que además la congresista más culta del hemiciclo duerme durante las sesiones y destaca por sus declaraciones racistas y autoritarias.
No tengo ninguna duda que el Congreso es el reflejo de una sociedad que no se ha repuesto de la autocracia, y que cada tanto vive la ilusión del salvador para luego desencantarse de todo. El papel de los medios es canalizar esa desilusión y derivarla donde menos entorpezca el funcionamiento del sistema. Claro, que cuando el 70% del parlamento está en falta y aún la que no ha jurado ya está cuestionada, lo que se está diciendo es que mejor estaríamos con el recinto cerrado. Y que el santo remedio es todo el poder a la presidencia, es decir a García como ayer a Fujimori.
11.10.09
En el Congreso de 1992 no había comepollos, lavapíes, mataperros, contrata domésticas, contrata chibolas, robaluz, etc. Sin embargo cuando Fujimori pronunció sus inolvidables palabras “disolver, disolver…”, hubo un abrumador apoyo a la decisión de cerrar la supuesta casa de las leyes y un aplauso a los anuncios presidenciales que los próximos inquilinos de la Plaza Bolívar ganarían un sueldo mínimo y no serían reelegibles.
Esto, por cierto, quería decir que el presidente había logrado convertir la crisis de la política, que era esencialmente una crisis de gobierno, en una de los políticos con representació n nacional y departamental que andaban peleándose entre ellos y de vez en cuando intentaban algún tímido gesto de control hacia el Ejecutivo. Fujimori acusó al Congreso de obstruccionista e inútil, y propuso una fórmula que para evitar la “obstrucción” (control), aumentaba la inutilidad.
Un Congreso que puede ser sustituido como legislador (decretos leyes, decretos de urgencia y otras leyes del Ejecutivo); que no fiscaliza (fiscales y jueces archivan sus denuncias); no representa (la población no tiene mecanismos para fiscalizar a sus parlamentarios) ; no debate (los tiempos de intervención son mínimos); ¿para qué puede servir si no es como espacio para el reparto de los últimos mendrugos del poder, que es lo que hace que los partidos se peleen ubicaciones como premio consuelo, y todo arribista con dinero e influencias se sienta con derecho a su curul?
Si entre las pocas cosas que verdaderamente puede decidir el Congreso está determinar el sueldo de sus propios miembros, lo que está tendido es la trampa para que congresistas improductivos se peleen con el pueblo. Es lo que hizo el sátrapa de los 90, al picar en el asunto de las remuneraciones de los disueltos, y hacerse el loco con las gollerías de sus reemplazantes, que luego fueron ametralladas por la prensa. Y lo repitió el actual gobernante que también exigió rebaja de sueldos y luego dejó que siguieran subiendo con pretextos y disfraces, hasta que algún medio terminaba destapándolos para aumentar la vergüenza.
El Congreso que hoy existe es hijo de la despolitizació n y el pragmatismo fujimorista, a la que se han adaptado los partidos, que juegan con sus reglas: mayorías de componenda, tránsfugas, capitulaciones ante el poder central, pequeñas trapacerías, otoronguismo, etc. Esto no se va a componer con títulos universitarios o certificados de antecedentes, si es que además la congresista más culta del hemiciclo duerme durante las sesiones y destaca por sus declaraciones racistas y autoritarias.
No tengo ninguna duda que el Congreso es el reflejo de una sociedad que no se ha repuesto de la autocracia, y que cada tanto vive la ilusión del salvador para luego desencantarse de todo. El papel de los medios es canalizar esa desilusión y derivarla donde menos entorpezca el funcionamiento del sistema. Claro, que cuando el 70% del parlamento está en falta y aún la que no ha jurado ya está cuestionada, lo que se está diciendo es que mejor estaríamos con el recinto cerrado. Y que el santo remedio es todo el poder a la presidencia, es decir a García como ayer a Fujimori.
11.10.09
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