Durante las elecciones del 2006, los ciudadanos peruanos observamos estupefactos como toda la derecha, que renegaba del APRA, se alineaba con García, para cerrarle paso al “antisistema” Ollanta Humala. En este sentido, la “Chichi” Valenzuela, Aldo M, Lourdes Flores (que declaró fraude dìas antes), etc. llamaron a votar por “caballo loco”. Y para lograr su objetivo se valieron de una guerra sucia sin precedentes (valiéndose del poder económico-mediático y de las mentiras del reo Montesinos). Hoy, 2009, la campaña Todos contra Ollanta II acaba de comenzar.
Acusando a la esposa de Ollanta, Nadine Heredia, de recibir dinero ilícito de Venezuela, el diario Correo, de la familia Agois, intenta desprestigiar la candidatura del líder que insurgiò en Locumba, Tacna, contra la dictadura fujimorista, con la que ellos colaboraron (leer: Los Agois al servicio del mejor postor, La Primera, 11-05-09), para evitar que el Partido Nacionalista Peruano (PNP), llegue al poder y acabe con los privilegios de los grupos de poder peruanos y extranjeros.
Y en efecto, Ollanta, al igual que Velasco, provienen de una familia provinciana y patriota. Se desarrolla en un contexto de efervescencia social aguda. Y se ven impactados, como los oficiales del Movimiento de las Fuerzas Armadas en Portugal (MFA), por la crisis política-moral de entonces. Claro que también hay diferencias (Velasco no tenìa un partido), pero el proceso històrico actual tiene rasgos similares.
Ollanta, insurgiò junto a su hermano Antauro (preso por la toma de la comisaría de Andahuaylas en el 2005 exigiendo la renuncia de Toledo), contra la dictadura fujimorista en el 2000, demostrando un sentido de patria inculcado por su padres desde que era pequeño.
Después de salir de prisión y acabar su carrera militar como Comandante, decidió incursionar en política fundando el PNP en el 2005.
El PNP se constituye bajo la doctrina del antiimperialismo, nacionalización de las empresas estrategicas, socialismo andino-amazònico y el latinoamericanismo militante. Y tiene una base social plebeya integrada por campesinos, cocaleros, estudiantes y trabajadores valerosos y humildes. Esta composición se expresa en el Congreso de la República con parlamentarias como Elsa Malpartida, Juana Huancahuari, Yanet Cajahuanca o Hilaria Supa (recientemente fue víctima del racismo de la derecha por escribir solo en quechua).
A nivel nacional, el PNP, es el único partido que tiene vida con comités de base provinciales, distritales y regionales. Su desarrollo es dialéctico, pero es visto por las masas excluìdas de la riqueza de nuestra patria, como una alternativa para luchar por la ¡Gran Transformación! y tomar el poder polìtico.
Justamente, esta última cuestión, es a lo que le tiene temor la derecha capitalista. Así como Evo en Bolivia, o Chávez en Venezuela, un gobierno de Ollanta será permeable a la presión social de masas. A diferencia de Toledo, el PNP, está constituìdo por trabajadores y jóvenes (algunos vienen de la izquierda), que en verdad quieren una transformación de las decadentes estructuras neoliberales.
En este marco, la campaña de la derecha, lo único que logrará es afirmar la convicción de lucha de las bases nacionalistas contra los responsables del caos de nuestro país. No obstante, no hay que subestimar el poder de nuestro enemigo. Por eso, la importancia de la táctica de las alianzas estratégicas con las fuerzas patrióticas y democráticas (afìnes y estructurada en los sindicatos y movimientos sociales), de participar en primera fila en las luchas de nuestro pueblo, y de la consolidaciòn de la organizaciòn del nacionalismo para darle ideas, experiencia, mística, arte, cultura y pasión-patria al PNP.
Solo de este modo podremos obtener la victoria el 2011 y así como los derechistas fueron derrotados en Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Brasil, Uruguay, Paraguay, Nicaragua, El Salvador o Ecuador, también serán derrotados en la tierra de Tupac Amaru, Micaela Bastidas, Mariategui y Velasco Alvarado.
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